El voluntariado es una parte esencial de nuestro día a día. Sin el trabajo libre y voluntario de muchas personas, nos resultaría más difícil desarrollar actividades tan necesarias para el desarrollo de la autonomía de las personas con TEA, como el deporte o el ocio inclusivo. El tiempo que dedican en acompañar a nuestros usuarios y usuarias con TEA es una forma en la que participan activamente en la comunidad, aportando su tiempo y energía en hacer posible un cambio social.
Por eso, queremos reconocer la labor que hace el voluntariado y que conozcáis a algunas de las personas voluntarias veteranas de Ánsares en primera persona. Os presentamos a Manu, María Yadranka y Alejandra.
Manu es voluntario desde 2015. Su experiencia ha sido algo dura, pero a la vez muy satisfactoria y gratificante. “He aprendido de esos momentos duros y buenos, ya que no podría decir que hubiese momentos malos, los disfruté al máximo. Fui con ideas del autismo, pero me di cuenta de que era un mundo diferente al que yo tenía en mi cabeza. Gracias a esta experiencia he crecido como persona y me he dado cuenta de mi verdadera vocación”.
Alejandra tiene 28 años y lleva 6 como voluntaria. Comenzó en Ánsares para conocer de cerca el Trastorno del Espectro Autista “porque tenía la teoría, pero sin la práctica y sin el día a día sentía que me faltaba una parte que casi considero incluso más importante. Por lo que no me lo pensé y me puse en contacto con la asociación”.
“Comencé en las actividades extraescolares ampliando mi participación en los ocios, respiro y campamentos. Actualmente sigo colaborando en todas ellas porque en este tipo de trabajos nunca se deja de aprender. Cuando comencé me di cuenta de que tenía que dedicarme a ello y decidí seguir formándome y conjuntamente seguir en la práctica porque de la práctica he aprendido cómo es el día a día de una persona con TEA y eso no te lo enseñan en los libros.”
María Yadranka tiene 23 años y es voluntaria desde hace 4. Ha participado en estimulación rítmica, ocio y respiros y multideporte. Según sus palabras, “lo que más he aprendido es la capacidad que tienen los chicos y chicas de sacar lo mejor de mí y hacerme mejorar cada día. Gracias a ellos he borrado de mí muchos mitos que hay sobre el TEA y, por último, pero no menos importante, he conocido a personas increíbles, tanto trabajadores y trabajadoras como padres y madres que se dejan la vida por los chicos y chicas”.
¡¡Gracias al equipo de voluntariado por vuestra labor!!
Si estáis interesados en ser voluntari@s, escribidnos un correo a voluntariado@autismohuelva.org